El primer crowdworking de Andalucía abrió sus puertas en junio de 2014, materializando el acuerdo firmado entre la Junta de Andalucía y Telefónica para conformar Andalucía Open Future y haciendo realidad un gran sueño que no ha dejado de liderar el emprendimiento sevillano. Hoy hace cuatro años de este momento, un tiempo a través del que más de 50 startups han acelerado sus proyectos, han crecido y hoy, muchas de ellas, son la clave que explica que Sevilla y Andalucía están a la cabeza en innovación y tecnología.
Cumplir años es sinónimo de madurez, de asentar el impulso y transformarlo en base, cimiento y consistencia. En reconocimiento y reputación. Cuatro añazos no es la suma de 1+1+1+1, sino la multiplicación de los esfuerzos, el crecimiento exponencial de las ganas y las intenciones, la acumulación de experiencias, proyectos y personas. Sobre todo, personas.
Emprendedores para los que Andalucía Open Future es motor, pero que son también gasolina para que espacios como El Cubo sigan acelerando el contexto empresarial de Sevilla. Emprendedores que son equipo, alma de la iniciativa y sustento de las energías empleadas en continuar este proyecto formado por todos.
Mentores que son referencia, apoyo, significado y significante de la metodología AOF. Que son marca de la casa y bandera de cada espacio. Para El Cubo, no hay estructura sin cemento, y son los mentores.
Emprendedores y mentores que soplan las velas de la innovación en la misma dirección.
«Compartir sus sueños y desvelos ha enriquecido mi perfil profesional y personal, por lo que no puedo más que dar las gracias a las entidades y personas que hacen posible este tipo de iniciativas». Miguel Macías, mentor en estrategia y desarrollo de negocio.
Personas, nada más que las personas
Hay varias formas de acelerar proyectos. En El Cubo se ha apostado por un «modelo humanista de aceleración», de lo que presume Javier Pérez Caro, otro de los mentores que, desde los inicios, ha ayudado a crecer al espacio hispalense entre la vorágine emprendedora. «Sigamos trabajando duro otros cuatro años, lo haremos de manera denodada por nuestro proyecto, por lo que nos une el éxito de nuestras startups». Javier no puede evitar recordar, como parte de «la gran familia que es AOF», a esas «grandes personas que nos dejaron por el camino».
«En El Cubo encontré un espacio abierto a cualquier persona, singular, emplazado en el sitio adecuado y diseñado para emprendedores, pero también la voluntad de dos organizaciones (Telefónica y Junta de Andalucía) de hacer las cosas de otra forma: dos gestores a tiempo completo, con experiencia en mercados y tecnología, pero sobre todo pendientes cada día de la evolución de las startups». Son las palabras de Álvaro Pareja, uno más de esos mentores incombustibles, fuente inagotable de la energía que es AOF.
Un espacio que nació abierto y continúa abierto. Abierto a ahora mentores que fueron parte de proyectos acelerados hace meses, o años. Como Manuel Agudo, que solo tiene «palabras de agradecimiento» por todo lo que desde El Cubo han ayudado a los emprendedores a crecer como proyectos, equipos y personas.
Gran parte de la responsabilidad recae en la dirección de El Cubo. Nacho Morales y Juan Jesús Velasco enarbolan la bandera del emprendimiento hecho desde el corazón hacia afuera, previo paso por el cerebro. Son los responsables de que las cosas sigan funcionando, de que no exista una idea extinta antes de pasar por la validación y el filtro, por la certeza de que no funcionará. Y eso casi nunca pasa: confían en los proyectos, en la profesionalidad y, cómo no, en las personas y sus capacidades.
De eso se trata, de creer y crear. De agarrar con firmeza las riendas de El Cubo para que cada startup cabalgue a su ritmo, por cada uno de sus caminos, pero con la seguridad de tener tras de sí una entidad como Andalucía Open Future que sostenga las energías y las canalice.
Como dice Miguel Macías, esperamos «tener la oportunidad de acompañaros durante más años».
Desde El Cubo hasta donde quieras llegar
Este modelo humanista no solo trae satisfacción moral. También devuelve resultados palpables. Promesas que se transforman en datos de facturación, acuerdos de colaboración, éxitos de las startups que son, a su vez, el éxito de Andalucía Open Future. Porque cada victoria es una victoria compartida.
Hoy podemos contar cómo Brainside Studio fue la primera startup que se integró en una gran empresa y ahora conforman el equipo de Realidad Virtual de Sngular. Le siguieron otros equipos como el de Racormance, ahora en T3.
También podemos sentirnos orgullosos de las startups que han logrado acuerdos con entidades como Telefónica ─MyFixpert allá por 2014─ o que han tenido a clientes de la talla de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, que fue el primero de ec2ce. A través de El Cubo, además, se han cerrado pilotos comerciales: entre AdWalk y la librería La Isla de Papel, o Agroplanning y SAT Royal.
Desde El Cubo hasta donde cada startup ha creído. MissionBox ha tenido un crecimiento espectacular desde que entró en nuestro crowdworking. Sus operaciones se han multiplicado por 10 y el valor de la empresa por 50. Cifras impresionantes respaldadas por un gran trabajo de todos. Trabajo que, a veces, han supuesto un pivotaje y una nueva manera de ver los proyectos, dándole la vuelta a la propia empresa, como fueron los casos de Zityfy, Restaurant50 hacia CoverManager o Bubocar con la línea de negocio SaaS, Sycket.
Hoy podemos decir, además, que muchos inversores nos tienen como referencia, y no en vano son 18 las startups que han recibido inversión de terceros. Referencia también para decenas de emprendedores de Sevilla y otros tantos profesionales que ven a El Cubo como una aspiración, un punto de referencia. Un lugar desde el que despegar hasta donde se quiera llegar.