Andalucía y su compromiso con el sector smart agro

Son varios los proyectos innovadores andaluces que hacen de la comunidad autónoma un polo tecnológico y una apuesta firme por la digitalización del sector

El smart agro es la aplicación de las nuevas tecnologías al sector agroalimentario para encontrar soluciones innovadoras en ámbitos como la producción, la comercialización y el desarrollo de toda actividad relacionada el medio rural. Con la digitalización del campo, la ganadería y la industria agroalimentaria se pretenden optimizar los procesos y el uso de recursos para mejorar el propio tejido productivo en una región en la que el sector se alza como patrimonial, seña de identidad de la idiosincrasia andaluza y modo de subsistencia de gran parte de la población que desde siempre se ha enfrentado a grandes retos que ha conseguido ir sorteando con destreza.

«Al igual que otros sectores, el agroalimentario no es inmune a la disrupción de lo digital», afirma Javier Pérez Caro, mentor especializado en el sector, así como en estrategia de ventas y marketing en el programa Andalucía Open Future, iniciativa conjunta de la Telefónica y la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía para fomentar el emprendimiento innovador en Andalucía. El consultor asegura que «el uso intensivo de las tecnologías emergentes y la maximización del retorno de la inversión gracias al uso de la inteligencia de negocio ─con tecnologías como el big data, la inteligencia artificial o la creación de algoritmos─ está abriendo puertas a nuevos desarrollos de negocio» que con la unión, empuje y compromiso de todos los grupos de interés hacen posible que esa digitalización de extremo a extremo se esté convirtiendo en una realidad de forma paulatina.

En contra del pensamiento popular, la inclusión de la tecnología a priori no solo evitaría la pérdida de empleos en el sector, sino que tiene como resultado la apuesta por una nueva generación de perfiles especializados en tratamiento y analítica de datos, en ciencia aplicada o mercado internacional, entre otros tantos, para aupar la economía del medio rural. Por eso, ahora, en la vorágine de una nueva fase de adaptación que se antoja necesaria y esperanzadora para una región en la que el protagonismo del sector es innegable, la tecnología trata de poner solución a grandes problemas como los efectos del cambio climático y la protección del medioambiente, la salud o la competencia en un mercado global.

Las TIC van a permitir que el agroalimentario, gracias a la innovación y a la investigación, sea un sector con capacidad de respuesta a diferentes situaciones. También gracias al desarrollo de nuevas propuestas y a iniciativas que contribuyan a impulsar que los proyectos salgan adelante, económica y estructuralmente. Es el caso de Andalucía Open Future, que apoya al sector smart agro desde su programa de aceleración de startups y a través de la mentorización de profesionales especializados a los emprendedores, cuyas propuestas nos acercan a un nuevo paradigma en el campo andaluz.

Presente y futuro

«A pesar de lo que pueda parecer desde fuera el sector está más avanzado de lo que parece». Para Javier Pérez Caro, la transformación digital en Andalucía «está calando en todos los puntos de contacto de la cadena, desde el pequeño productor de Almería hasta la explotación de ganado porcino de Huelva, desde las almazaras de Jaén a las explotaciones cerealistas del valle del Guadalquivir».  

En Andalucía podemos encontrar soluciones en riego inteligente, predicción de cosecha, monitorización de vehículos agrícolas (tractores y aperos), soluciones de mantenimiento preventivo y predictivo, plataformas de toma de decisiones soportadas con algoritmos y big data, visión artificial para el aclareo de fruta, la detección precoz de plagas y enfermedades, mapeo de parcelas con drones, analítica de necesidades a tiempo real o mosqueros conectados.

El sector tiene las esperanzas puestas en varios frentes. Por un lado, en la aplicación de la inteligencia artificial para facilitar el trabajo de los empresarios y el big data para hacer frente a la ingente cantidad de datos que produce una explotación agrícola, «siempre que se haga acorde a una estrategia global y que den cabida al resto de partners que aportan valor a la cadena del producto». Por otro, en la robótica, que está entrando con fuerza principalmente en la fase de almacenaje, para la carga y descarga de los camiones que vienen del campo o salen hacia los mercados centrales, y en los vehículos autónomos, que parecen manejarse con más soltura en el medio agrícola.

Proyectos smart agro en Andalucía

El big data es una de esas nuevas capacidades tecnológicas que han adquirido gran relevancia en los últimos meses en todo tipo de empresas en una amplia gama de sectores. Como hemos visto, el agroalimentario también se suma al carro, y startups como Agrowing Data, que cubre las necesidades de las empresas de crear modelos predictivos para explotar mejor la información con business intelligence, visualizarla en un mapa y sacar valor comercial de la ingente cantidad de datos que genera la agricultura. Gracias a una capa de inteligencia artificial y el uso de algoritmos, el equipo cumple su reto de la sostenibilidad en la agricultura, tanto ambiental, como social y económica.

Se trata de un proyecto acelerado en El Cable, el espacio de crowdworking que la Andalucía Open Future tiene en Almería. También en este centro ha acelerado su proyecto innovador la empresa Monkey’s Ideas Lab, que desarrolla una máquina recolectora de ramas de plátano, que actualmente se hace de forma manual.

Encontramos más empresas que trabajan con los datos y que han pasado por El Cubo, otro de los espacios de aceleración de Andalucía Open Future, concretamente el de Sevilla. Agroplanning es una solución para agricultura de precisión avanzada que combina hardware y software para monitorizar, cuantificar y analizar la actividad agrícola, ofreciendo recomendaciones de manejo inteligentes y automatizadas basadas en el estudio de los datos.

Ec2ce también aplica el big data y la inteligencia artificial para elaborar modelos predictivos que sirvan de soporte a la toma de decisiones en el ámbito de la agricultura. Ornavera, por su parte, lleva a cabo trabajos con sensores que permiten a los agricultores recibir datos en tiempo real de sus explotaciones. Esta información, una vez  analizada, se convierte en indicadores para una correcta toma de decisiones.

En la Costa del Sol sorprenden proyectos como el de Evoindustria, que fabrica generadores de ozono con aplicaciones personalizadas en distintos campos para el tratamiento de agua y de aire, para mejorar el rendimiento de las explotaciones agrícolas y ganaderas. Ha iniciado hace pocos días su proceso de aceleración en La Farola, el espacio que Andalucía Open Future tiene en Málaga.

Soluciones tecnológicas que van mucho más allá de la propia tecnología. Cambian el concepto agro otorgándole el prefijo smart, que no es más que la aplicación de la innovación en un sector que se renueva a sí mismo gracias a estas propuestas andaluzas. Así pudieron demostrarlo estas y otras tantas propuestas empresariales en el Smart Agrifood Summit, el evento de referencia del sector agrícola en Europa que se celebró en Málaga el pasado mes de junio, al que acudieron para dar a conocer sus proyectos entre más de 5.000 asistentes, más de 100 inversores y junto a otras 300 startups del sector.

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