La legislación mercantil otorga una gran capacidad auto-reguladora a los socios. Por este motivo, son los propios interesados quienes tiene que definir los términos y cláusulas del contrato para fijar todas las condiciones antes de la firma. Esto se traduce en un documento que es el pacto de socios. Gracias a este elemento podremos resolver cualquier conflicto que pueda surgir en el futuro, así como también será de vital importancia a la hora de atraer capital inversor.
Fuentes: Delvy, El Economista