Se necesitan muchas horas para conseguir desarrollar una startup, por eso una correcta gestión de los equipos es vital para maximizar la productividad. Andalucía Open Future, a través de su programa de mentorización, ayuda a los emprendedores a conseguir liderar sus equipos de trabajo.
Javier Díaz, mentor en Gestión y Desarrollo de personas en El Cubo, lleva más de 16 años dedicado al desarrollo de personas. De su experiencia como mentor de nuestra iniciativa destaca la posibilidad de compartir la energía desbordante que emana entre los emprendedores y mentores. Nos cuenta cómo gestionar correctamente los equipos ayuda a las startups a conseguir sus objetivos.
¿Qué valores caracterizan a un buen equipo?
Los valores de una organización y de un equipo pueden ser muy variados. Podríamos hablar de transparencia, honestidad, respeto, cultura del esfuerzo, orientación al aprendizaje continuo o calidad en la prestación del servicio. Pero lo más importante es que, sean los que sean, estén claros y sean compartidos por todos los miembros del equipo.
«El liderazgo a los equipos de trabajo es como el faro que nos ilumina en las noches más oscuras».
Una idea que me gustaría resaltar es que, en general, a todos nos gusta trabajar con buenas personas. Aspiramos a colaborar con profesionales en los que podamos confiar y con los que nos sintamos cómodos. Por ese motivo es tan importante concretar y comunicar cuáles son los valores de una organización.
En ausencia de una definición clara de los valores de un equipo, podemos encontrarnos con un entorno laboral en el que surjan comportamientos poco éticos. Es un terreno abonado para que los miembros del equipo dejen de confiar los unos en los otros y que sus esfuerzos se centren en el beneficio individual, más que en alcanzar metas compartidas.
¿Qué importancia tiene liderar correctamente los equipos de trabajo?
El liderazgo es como el faro que nos ilumina en las noches más oscuras. Ayuda a establecer y comunicar los principios y valores de una empresa, sentando las bases para crear un buen ambiente de trabajo, que debe ser de confianza y cooperación. Si los miembros un equipo están unidos, la organización sale reforzada.
Ahora bien, para que la confianza tenga un impacto positivo, debe ser compartida. Por tanto, una de las responsabilidades del líder es comunicar a su equipo las reglas del juego. Este es el primer paso para diseñar un buen ambiente de trabajo. Reglas claras y feedback continuo.
¿Qué pueden hacer las startups para fomentar una comunicación más sólida entre sus miembros?
Cada persona debe realizar un esfuerzo personal por entender y aceptar otros puntos de vista distintos al propio. Esto supone gestionar el propio ego.
Por otro lado, las personas con mayor peso organizativo deberían saber comunicar sus propios errores y sus miedos. Todo lo que hacemos en una empresa comunica al resto, así que nada mejor que predicar con el ejemplo. Esta actitud refuerza la confianza.
No podemos simplemente decirle a alguien que debe ser comunicativo, que confíe en nosotros o que se comprometa con algo y esperar a que lo haga. Hay cosas que necesitamos hacer primero, antes de que alguien sienta cualquier sentido de lealtad o devoción.
¿Cuáles son las claves para mantener un equipo cohesionado y eficaz a medida que la empresa y sus miembros van creciendo?
A medida que el equipo crece, la comunicación debe reforzarse, porque los problemas también crecen. Por tanto, deberíamos realizar un esfuerzo por tener menos normas y fomentar más la interacción. Esta es la clave para gestionar la complejidad de los negocios actuales.
Otra forma de lograr que se mantenga la productividad y la cohesión es conformar los equipos con un tamaño óptimo. El número y la calidad de las aportaciones suele descender conforme vamos incorporando nuevos miembros al equipo. Bajo mi punto de vista, lo ideal es mantener equipos pequeños porque resultan más ágiles y la comunicación suele fluir con mayor facilidad.
Por otro lado, conviene planificar pequeños hitos que permitan tener un flujo constante de información acerca de los avances que realizamos en los proyectos. Esto ayuda a reducir la sensación de incertidumbre y nos da mayor control sobre lo que está sucediendo en nuestro entorno próximo.
¿Cómo se identifican las fortalezas y debilidades de un equipo?
La manera más sencilla e inmediata es la observación directa de cómo se relacionan los integrantes de un equipo. Por ejemplo, un termómetro interesante puede ser la manera en la que se comunican los miembros del equipo y qué tipo de aportaciones realizan. Otro indicador es la actitud con la que se enfrentan a los retos y tareas a las que no se han expuesto antes.
Ante este tipo de situaciones podemos detectar reacciones negativas como bloqueo por estrés, evitación, huida, rechazo, etc. O bien, actitudes más favorables y adaptativas como una clara orientación al aprendizaje o una buena gestión del miedo y la incertidumbre ante lo desconocido.
¿Cómo ayudas a las startups en tus mentorizaciones?
La casuística puede ser muy variada. En algunos casos mi trabajo consiste en ayudar a los emprendedores a identificar, analizar y gestionar sus miedos personales y profesionales. Se trata de un factor importante porque condiciona la forma en la que tomamos decisiones y la que interactuamos con los demás. En otras ocasiones, las mentorías tienen más relación con el aspecto organizativo, es decir, procesos internos, asignación de roles y tareas, planificación de hitos, sistemas de retribución, etc.
Adicionalmente, procuro concienciar acerca de la importancia de la cultura de empresa, ya que es un pilar fundamental para que una startup crezca de manera sólida. Como explico en el artículo ‘Cultura de empresa y liderazgo’, la cultura organizativa ayuda a crear el contexto en el que trabajamos y condiciona la manera en la que se comportan las personas.
Además, procuro reforzar la creatividad y la innovación como valores distintivos, de modo que conozcan cómo pueden potenciar estas capacidades tanto individuales como organizativas.
¿Qué errores en la gestión de equipos te sueles encontrar con más frecuencia?
La lista podría ser muy larga pero los más comunes son los siguientes:
- Pensar que nuestros colaboradores están para obedecer y no para pensar y aportar.
- Definición poco clara de roles y responsabilidades.
- No propiciar un entorno de seguridad psicológica que permita a los miembros del equipo sentirse libres de compartir ideas.
- Desatender la comunicación interpersonal por centrarnos en los aspectos puramente productivos.
- Tener un excesivo número de normas y procedimientos.
- Improvisar en la planificación de tareas y no tener hitos de control.
- No ofrecer feedback a nuestros colaboradores o hacerlo inadecuadamente.
Muchas gracias a nuestro mentor Javier Díaz por su tiempo y sus sabias palabras. Si quieres encontrar más consejos para tu proyecto empresarial, en la sección Emprender en Andalucía de Andalucía Open Future, encontrarás muchos más tips de utilidad para emprendedores.