Hay lugares y momentos que tienen la curiosa capacidad de contagiar a quienes están presentes. El Espacio Box Sevilla fue durante la jornada de ayer uno de esos sitios gracias a la celebración del evento Talentum in Session. Tantos jóvenes reunidos con el mismo propósito de seguir creciendo, aprendiendo y emprendiendo solo podía significar que el camino es bueno y está lleno de futuro.
Un centenar de becados del programa Talentum, una iniciativa de Andalucía Open Future dirigida a universitarios para la realización de prácticas en startups con el fin de favorecer la inserción en el mercado laboral, se dieron cita ayer en este espacio para rematar el periodo de trabajo de los últimos seis meses en distintas empresas y desarrollando otros tantos proyectos propios muy prometedores y con una fuerza titánica. Emprendimiento, juventud, formación, ganas, equipo y futuro. Un ambiente inmejorablemente indescriptible.
La jornada, paso a paso
La jornada comenzaba en una planta diáfana con mesas altas dispuestas en todo el ancho y largo de la sala en forma de L, plasmas, algunos ordenadores preparados para lo que venía, mesas de catering y un pequeño escenario con un sistema de pantallas que presidía el lugar. Cada mesa sostenía un cofre, una caja bien cerrada con candados y un sistema de códigos que formaba parte de la dinámica preparada para los asistentes.
Así, los Talentum separados por grupos de trabajo emprendieron la misión que la organización les encomendó mediante de la recreación de una historia narrada en vídeo a través de los plasmas. La temática, nada menos que salvar al mundo averiguando las pistas que se les iba a ir dando en la escape room, para superar la cual disponían de una hora de reloj.
¡Acción!
Una hora frenética de trabajo en grupo para encontrar la clave de la gincana y resultar ganadores. Concentración, nervios y un grito final: «¡lo tenemos!». El equipo 12 lo había conseguido.
Cuando todos los equipos fueron terminando, el ambiente había despertado y las conversaciones fluían. En el escenario, Amodeo, el youtuber invitado para presentar el evento, monologueaba antes de pasar definitivamente al salón de actos.
Sobre las tablas, a medida que los Talentum ocupaban sus sitios en las butacas, un grupo de música amenizaba el momento con temas del pop ochentero y noventero español.
Para abrir el acto final, Manuel Ortigosa, director general de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, alentó a los jóvenes a seguir innovando, emprendiendo y ofreció apoyo para su desarrollo profesional. Por su parte, María Jesús Almazor, directora del Territorio Sur de Telefónica, acentuó su apuesta por el talento andaluz, «de lo mejor que hay a nivel español y a nivel europeo».
Hasta ocho proyectos se presentaron a continuación para competir ante el público y el jurado. Con un breve pitch, los Talentum fueron argumentando sus ideas. Tras la intensa consecución de presentaciones, Alejandro Almagro y Andrea Oprescu contaron su experiencia como becarios en el programa Andalucía Open Future. Personas, pasión e inspiración como ejes transversales de sus intervenciones. Daba gusto escucharles hablar.
Por último, y antes de pasar a la entrega de premios, la invitada Gisela Pulido, diez veces campeona del mundo de Kitesurf, conmovió e inspiró a los asistentes a través de sus historias, cercanas, amables y llenas de gloria. Sin duda, una auténtica campeona. «No tengáis miedo al fracaso, no tengáis miedo de arrepentiros».
And the winner is…
Llegaba el momento de conocer por fin al ganador de Talentum in Session y de la entrega de premios. Adrián Garrote Núñez, con su reconocedor y traductor de lenguaje de signos, Lesi, se hizo con el primer premio. Una de las grandes ideas de la jornada.
Al proyecto de Adrián Garrote le acompañarán otras dos iniciativas empresariales para el concurso nacional Talentum, que se celebra el próximo año. Se trata de ROM, de Lorena Romero, un proyecto de joyería modulable y personalizable con materiales poco habituales en este sector; y mDurance, una herramienta que permite verificar la salud y rendimiento muscular de los pacientes creada por el granadino Ignacio Díaz Reyes.
Contagiando el espíritu emprendedor
María Jesús Almazor valoraba la jornada como «la culminación del fomento de emprendimiento en Andalucía». Hacía referencia a que se trata de la confirmación de que los jóvenes tienen la capacidad de emprender más allá de su miedo a aventurarse con estas iniciativas. Ahora «hay un producto en el mercado gracias a que han emprendido».
Hizo hincapié en lo real que son ahora esos proyectos y en su recorrido. «Tenemos que hacer un seguimiento de todo esto porque el emprendimiento es aportar todos un poquito, un granito de arena, y para el talento, el que quiere emprender, el que quiere cambiar el mercado, que estemos ahí es muy necesario».
«Las vivencias entre ellos se contagian. Uno de los factores fundamentales para un universitario que no quiere emprender es el miedo al fracaso, que es el porcentaje más alto. Ver que entre ellos hay éxito, que hay realidades, ideas que han terminado como productos en el mercado, genera mucho ilusión entre los que todavía no lo han conseguido o entre los que lo tienen en mente pero aún no lo han hecho», sentenció Almazor.
Manuel Ortigosa, por su parte, habló de la importancia que tiene «trasladar el conocimiento teórico [de los Talentum] hacia una aplicación práctica en un entorno de innovación y de emprendimiento, que es muy representativo para su desarrollo posterior como profesionales».
Ortigosa explicó las tres salidas posibles para los becados:
- Los que gracias a su idea y su proyecto se convierten en empresarios y montan su propia startup.
- Los que han estado colaborando con una startup y ahora forman parte del equipo de la misma, como trabajadores o incluso como parte de los socios.
- Los profesionales que tienen su desarrollo independiente pero que se llevan esa semilla de innovar y de emprender.
Según Ortigosa, este tipo de eventos tiene dos finalidades: reconocer el trabajo que han llevado a cabo y gratificar a los Talentum con una actividad pensada específicamente para ellos y trasladar al resto de la sociedad que el emprendimiento existe y no es una cuestión filosófica. «Hay muchas personas que están desarrollando proyectos y mucho apoyo por parte de muchas instituciones para que la semilla siga creciendo en Andalucía».
«Esto, poco a poco, genera una dinámica de simulación. Es decir, tú ves a alguien que emprende y te apetece emprender», resumió Ortigosa.
Puro contagio.