Por qué es importante el diseño web

La mejor forma de entender por qué es importante el diseño web para una empresa es haciendo un breve ejercicio de imaginación.

Una persona que visita la sede de una empresa se encuentra de frente con un edificio o un complejo arquitectónico, cuyas puertas de acceso y aspecto externo ya le dan una imagen sobre la misma, le ofrece una carta de presentación irrenunciable que despertará una serie de sensaciones en el visitante. Modernidad, descuido, adaptación, profesionalidad, seriedad, dinamismo, orden. El aspecto importa.

Cuando nuestro visitante accede al edificio se topa con la recepción, un espacio abierto que le va a conducir a cada uno de los departamentos distribuidos por plantas, por pasillos, puertas y distintos tipos de accesos. Si todo está en un orden comprensible, podrá encontrar rápida y fácilmente lo que busca a través de paneles informativos o, si se tercia, preguntando al conserje. En cada departamento se le atenderá de la forma debida.

La analogía, que pretendemos explicar con esta imagen del visitante, nos ayuda a entender por qué es importante el diseño web; en ella asumimos que la sede de la empresa es la misma pero en un mundo digital. El edificio principal de una empresa en internet es su página web. Y, como pasa en nuestro ejercicio, el visitante reacciona emocionalmente al primer impacto. ¿Se trata de una web actualizada, con elementos actuales, una distribución que sigue los patrones lógicos que hoy se utilizan, con todo lo que el visitante necesita?

Qué es importante en el diseño web

Aspecto externo: el aterrizaje en la home

No existe un modelo específico, una norma genérica. Pero sí existen ciertos patrones y  modas y elementos casi indispensables que hemos de situar en la página principal de una web. Entramos en una web y trabajamos la primera impresión.

Para lograr un diseño profesional hemos de contar con profesionales del diseño web. No es algo que debamos pensar ni hacer a la ligera, ya que puede suponer ganar o perder clientes.

Como decimos, no hay nada definido por sistema. La primera impresión que queremos causar va a depender de los objetivos que tengamos con la propia web:

  • Imagen de marca: queremos transmitir la imagen de nuestra marca, representar los valores principales de la compañía, generar un recuerdo en positivo en el visitante. En este caso prima la imagen, los aspectos visuales. Lo primordial es que se entienda bien quiénes somos y qué somos capaces de hacer.
  • Especialistas del sector: nuestros contenidos son potentes y queremos demostrar que somos buenos en lo que hacemos para generar confianza. A través de los contenidos podemos proyectarnos como especialistas, como expertos. Además, esto ayuda al posicionamiento en internet.
  • Conversión: puede ser la venta de productos o la contratación de servicios, así como la suscripción en una newsletter o cualquier otro gesto que suponga una acción del visitante de forma intencionada. En este caso, la web debe darle protagonismo absoluto al motivo de dicha conversión: productos, formulario de inscripción, contratación de servicios… Para ello, hemos de hablarle de los beneficios de esta conversión, de la satisfacción de sus necesidades.
  • Relacional: la web está orientada a que el visitante se ponga en contacto con la empresa a través de formularios, chats, enlaces a las redes sociales… Queremos hablar con ellos.

Menús y páginas

En la web no es todo home. Una vez que comenzamos a navegar por las distintas pestañas y páginas, vamos entrando en las distintas secciones. La navegación guarda una relación directa con los objetivos de la web, por lo que irán orientadas como en la home, tanto en diseño como en las propias finalidades.

¿Cuáles son los elementos básicos que no pueden faltar en tu web?

  • El nombre y logo de la empresa, de forma clara, limpia y atractiva. Igualmente, podemos añadir el tagline o el claim de alguna campaña.
  • Imágenes potentes de nuestro servicio o producto, ya sea a través de la fotografía o a través del vídeo, o bien combinando.
  • Pestaña de ‘¿Quiénes somos?’, o sucedánea. Está bien que tengamos un espacio donde expliquemos quiénes somos y a qué nos dedicamos. Qué hace nuestra empresa, con explicaciones más o menos detalladas. También podemos presentar al equipo para hacer nuestra marca un poco más cercana.
  • Una página para ofrecer nuestros productos o servicios con el orden y la distribución adecuados, para que sea de fácil manejo por el usuario. Hemos de tener muy en cuenta la usabilidad de la misma. Asimismo, podremos contar nuestras capacidades.
  • Blog, que nos ayude a difundir los contenidos que creamos, para vendernos como especialistas del sector y poder atraer al público a través de nuestros contenidos, además de posicionarnos en los buscadores.
  • Un elemento que sirva al usuario para contactarnos: una dirección de email, un formulario…
  • Acceso directo a las redes sociales, que no es sino otra forma de contacto.
  • Un buscador para acceder al contenido de forma más sencilla y directa.

¡Esperamos que estos consejos sean útiles para diseñar la experiencia de navegación de vuestra página web, una de las principales cartas de presentación como empresa!

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