La música es una inmensa fuente de inspiración desde hace siglos. Nos ayuda a concentrarnos, a trabajar, a situarnos en ese estado en el que podemos crear algo que antes no estaba y ahora sí. dFlow Collection comercializa de forma online dispositivos para escuchar música y audio; altavoces y auriculares bluetooth con tecnología de última generación.
La música ha sido la inspiración para estos emprendedores de Dos Hermanas, Sevilla. Su nombre suena a melodía, a buen rollo, a ritmo. Y para ritmo el que esta startup lleva: sus integrantes han estado dos años en China, el pasado 6 de octubre lanzaron al mercado su primer producto, en abril se atrevieron con el segundo y ya cuentan con más de 800 clientes en toda España. En la actualidad aceleran su proyecto en nuestro espacio de crowdworking sevillano, El Cubo, desde donde planean sus siguientes pasos: ampliar su catálogo y dar el salto a los oídos de otros países. Hablamos con los fundadores de dFlow, Fran J. Doval ─su CEO─, y Laura García ─la CMO─.
¿Qué es dFlow?
dFlow es una marca online de dispositivos de audio que actualmente comercializa dos productos: un auricular bluetooth y un altavoz bluetooth. Nuestra propuesta de valor es que somos la primera marca española exclusivamente online especializada en dispositivos de sonido y audio. Todo lo que se había hecho hasta ahora era extranjero y la única competencia que tenemos aquí no solo hace audio, sino que también se dedica a las tablets o móviles.
¿Cómo nace vuestra empresa y cuál es el origen del nombre?
Estuvimos dos años en China, donde adquirimos muchos conocimientos trabajando con varias empresas del sector e-commerce y del mundo de la electrónica, porque allí es donde se encuentran la mayor parte de las fábricas. Gracias a estar allí vimos una oportunidad de negocio en el mundo del audio, ya que el sector online está muy descuidado en España. Las grandes y pequeñas marcas no tienen mucha presencia online, ni en redes sociales. Lo único que se hace a día de hoy es ir a Amazon y comprar un producto cuya marca realmente no conoces. Nuestra idea era crear una marca donde la gente pudiera encontrar buenos productos en relación calidad-precio, y que pudieran tener la certeza de tener un producto de calidad, cosa que en las plataformas es difícil de encontrar.
El nombre viene porque a nosotros nos apasiona la música. Una de las cosas que más nos gustan de este proyecto es que está relacionado con ella. La palabra flow indica movimiento, fluido, música. Nos parecía idóneo, aparte de una palabra fácil de recordar y potente. Estuvimos leyendo sobre la teoría del flow, que es esa sensación cuando estás muy concentrado haciendo algo y se te pasa el tiempo volando. El flow es ese perder la noción del tiempo. Vimos que podíamos sacar mucho partido de ese nombre porque realmente cuando escuchas música puedes estar cinco horas haciéndolo y no notar el paso del tiempo.
¿Cuál es vuestra propuesta de valor frente a otras marcas más consolidadas?
El mundo online aporta ciertas ventajas con respecto al mundo físico, como es la interacción mucho más rápida con los clientes. De cara al futuro nos permite hacer una serie de personalizaciones de nuestro producto que en el mundo físico no se podrían hacer. Las marcas tradicionales tienen una presencia en el mundo online muy escueta, simplemente distribuyendo a través de grandes superficies. Como valor añadido eliminamos el ruido que existe a la hora de comprar un altavoz, ya que a veces tienes tantas posibilidades que muchas veces incluso te equivocas porque la decisión de compra se prolonga demasiado.
¿Con qué fabricantes trabajáis?
Nuestros dos productos son de fábricas distintas. Intentamos tener un catálogo lo más amplio posible, aunque siempre en el ámbito del audio. Sea la fábrica que sea tiene que cumplir unos estándares de calidad, tanto a nivel de preproducción, como de producción y postproducción. Muchas veces nos dicen: «bueno, sois una empresa española pero fabricáis en China». La cuestión es que aunque nosotros quisiéramos no podríamos fabricar en otro sitio que no fuera China, porque el 99% de los productos de sonido se fabrican en dos o tres ciudades que están una al lado de otra. Cualquier empresa electrónica del mundo fabrica en los mismos 1000 kilómetros cuadrados.
¿Esto podría hacerse sin la experiencia que habéis tenido en un país como China?
Cuando vas allí aprendes muchísimo sobre comercio electrónico porque China es el número 1 en este ámbito. Aprendes mucho tanto de lo bueno como de lo malo. De ahí puedes extraer una hoja de ruta para montar la marca. Al ser e-commerces tan grandes, con tantas ventas, puedes analizar muy bien al cliente y saber qué le gusta en tanto mercado. Podríamos haberlo hecho sin ir a China, pero con bastantes más barreras.
La faceta de Fran como Youtuber, ¿en qué influye a la hora de crear y gestionar dFlow?
Empecé hace cuatro años en YouTube haciendo reviews o análisis de móviles de procedencia china que no se vendían en España oficialmente, sino que compraban en tiendas chinas y se importaban. Esto fue avanzando, hasta que me salió una oportunidad de irme a China a colaborar directamente con una tienda allí. Así fue como acabé en este país y como crecí en YouTube, porque muchas veces era el primero que sacaba ciertos productos. Además de la oportunidad de ir a China, el canal nos ha permitido llegar a un público mucho más grande para el lanzamiento de la marca, provocar un primer impacto de dFlow. Habíamos conseguir provocar un poco de hype en redes sociales antes del lanzamiento y el primer día de venta nos tumbaron la web, consiguiendo ser Trending Topic. Ya en el primer minuto había más de 1.500 personas metidas en nuestra web.
¿Qué queda por inventar en el mundo de los dispositivos de audio?
Las necesidades de la gente van cambiando constantemente. Tendemos a pensar que todo está inventado, pero no. A nosotros lo que nos gustaría es darle una personalización extra a los productos en el momento de la compra, que no vinieran en cajas cerradas con colores y características establecidas. Una de las nuevas tecnologías que se está implantando son, por ejemplo, los altavoces con asistentes de Inteligencia Artificial.
En un equipo de dos personas, ¿qué hace cada uno?
[Laura] Yo me dedico básicamente a Marketing y Comunicación, gestiono y monitorizo las redes sociales, la publicidad y la interacción con influencers, como Bueno, de los Aslandticos, con el que hablamos casi a diario. Me gusta mucho involucrar a clientes e influencers dentro de la Flow Family.
[Fran] Yo me dedico al resto. Contacto con fábricas y clientes y llevo la parte técnica de la página web, como el cambio de diseño o el cambio de fotografías.
¿En qué momento os encontráis y hasta dónde queréis llegar?
El 6 de octubre de 2017 sacamos nuestro primer producto. El Black Friday y la campaña de Navidad fueron tan bien que repusimos todo el stock de ese producto y el 4 de abril sacamos un segundo, el dFlow Soul, nuestro altavoz. Queremos ampliar nuestro catálogo hasta 10-12 productos para poder abarcar todas las necesidades en el mundo del audio. De aquí a Navidad queremos tener un tercer y hasta un cuarto producto. Hoy más de 800 personas tienen algún producto de dFlow en España. Teniendo en cuenta que solo vendemos a través de nuestra web y que la inversión ha sido exclusivamente nuestra, estamos contentos. El plan es vender en un futuro en Europa y después en Latinoamérica.
¿Cuál es vuestra hoja de ruta?
Queremos seguir vendiendo online. El mundo físico tiene sus ventajas, pero ahí están las grandes marcas, con las que de momento no podemos competir en muchos aspectos. Si vendemos en Europa y Latinoamérica nos gustaría seguir vendiendo en el mundo online. La hoja de ruta es que la familia dFlow se vaya agrandando con nuevas personas en el equipo.
¿Cómo está siendo vuestra experiencia en Andalucía Open Future?
Es una oportunidad muy enriquecedora en cuanto a conocimiento y experiencia. Además de aprender y guiarte, es una experiencia enérgica. Solo el hecho de estar dentro, de ver a la gente, la ilusión, cómo se lo toman, los retos que te ponen los mentores. A nivel personal lo que nos pasaba antes es que nos veíamos en una oficina los dos solos y cuando nos veníamos abajo no teníamos ese tirón para salir adelante. Aquí lo tenemos diariamente y creo que es fundamental para un proyecto que quiere acelerarse de verdad. Andalucía Open Future es como una escalera mecánica: aunque estés parado, la escalera está siempre en marcha. Nosotros sabemos un poquito de todo, pero no somos expertos. Lo bueno es que los mentores no nos fuerzan a tomar decisiones: nos dan datos y posibles caminos, y ya tú eliges. Todos los mentores nos han transmitido muy buen flow. Estar aquí es un reto 360: personal, profesional e incluso como pareja.
¿Qué significa ser emprendedor?
Emprender no es fácil, necesitas una experiencia previa y un capital inicial para tener garantías de éxito. Pero una vez superadas las dificultades, es una gran ilusión. Se te abren un abanico amplísimo de oportunidades profesionales y personales. Para todo en la vida las ventajas tienen que pesar sobre los inconvenientes. Una cosa tenemos clara: nos gusta entender la palabra emprendedor desde la humildad, hay saber dónde estás y dónde quieres estar, pero sin perder de vista quién eres y cómo eres. No se puede ser emprendedor para vender humo.
¿Es El Cubo un buen sitio para llegar lejos?
Nosotros no tenemos experiencia en otro sitios de este tipo, pero a día de hoy, con un mes aproximadamente que llevamos aquí, nos parece un sitio 10. Nos brinda recursos, a lo que se suma la disposición constante de mentores y una red de contactos enorme. Sin duda, se trata de una oportunidad maravillosa para cualquier startup.
