Una visión tridimensional de la aceleración de startups

Nuestras aceleradoras son mucho más que espacios de trabajo. Son entornos de innovación cuyas partes trabajan constantemente en conjunto, aportando valor al emprendimiento desde los cuatro focos en los que Andalucía Open Future tiene presencia: Sevilla, Málaga, Almería y Córdoba. Los directores, los mentores y, por supuesto, los emprendedores, son las piezas de esta máquina que lleva ya cinco años de intensa andadura a sus espaldas. Y qué mejor forma de conocerlo a fondo que escuchar, además literalmente, esta triple perspectiva en un podcast en el que han participado varios miembros de El Cubo, el espacio de aceleración sevillano: Nacho Morales y Juan Jesús Velasco (directores), Inma Ponce (mentora en Estrategia, Marketing y Negocio Digital, y Carol Marín (CEO de Zityfy).

Nacho Morales y Juan Jesús Velasco: la responsabilidad de acelerar

El Cubo, la primera piedra de Andalucía Open Future, surgió del acuerdo entre Telefónica y la Junta de Andalucía para acelerar startups de base tecnológica. La idea era crear un espacio que respondiera a un gran desafío: «aunar todo el potencial de estos dos actores para acelerar startups tecnológicas en Sevilla», cuenta Nacho Morales.

Cuando esta iniciativa echó a andar, estos directores no podían imaginar lo lejos que iba a llegar. Hoy, un lustro más tarde, Andalucía Open Future cuenta con otras tres aceleradoras en la región (La Farola, en Málaga, El Cable, en Almería, y El Patio, en Córdoba) y se ha ganado a pulso su posición como referente del emprendimiento andaluz. «Cuando empezamos ya existían incubadoras que ayudaban a estudiar la viabilidad de las propuestas emprendedoras, pero, a la hora de la verdad, cuando una compañía necesitaba un impulso, tenía que irse a Madrid, Valencia, Barcelona o, si podía permitírselo, dar el salto a EEUU, Londres o Berlín». 

«No se trata de jugar a emprender, sino de dejarse la piel». 

A diferencia de las incubadoras, la tarea de una aceleradora como El Cubo se centró y se sigue centrando en sacar adelante esos proyectos con una idea ya conceptualizada. El objetivo: ayudar a las empresas a alcanzar la tan deseada facturación (o dispararla si ya está en sus inicios). «Nuestra tarea es ayudarles a atravesar ese desierto lo más rápido posible, sin morir por el camino», afirma Juan Jesús.

Cuentan que en El Cubo huyen de las «ocurrencias de negocio» para trabajar, en su lugar, con las ideas de negocio. «No se trata de jugar a emprender, sino de dejarse la piel». El periodo de aceleración se compone de cuatro meses y otros cuatro si se supera una evaluación, en la que se mide la evolución y el trabajo que ha llevado a cabo el equipo. 

Los mentores, la columna vertebral de la aceleración

Para Inma Ponce, una de nuestras mentoras, una de sus principales tareas es la de aterrizar no solo el plan de negocio, sino también tomar contexto y hacer que el emprendedor tenga consciencia de su situación. «Los océanos azules raramente existen o, si existen, raramente se encuentran».

Las expectativas son importantes y para ella los mentores de AOF no son mentores en el sentido clásico de la palabra, sino más bien sherpas. Lo explica muy bien: «Tú llegas aquí con la idea y la voluntad de escalar el Himalaya y los mentores van a ser los que te guíen, porque ellos ya han subido muchas otras veces. A lo mejor tú quieres subir por la cara norte, pero quizá ellos saben, gracias a su experiencia, que es más sencillo hacerlo por la sur».

El Cubo es un lugar para la escucha y el aprendizaje y esta capacidad de mantener los oídos bien abiertos es, precisamente, una de las cualidades más importantes para pasar por una fase de aceleración. «Si no quieres escuchar a nadie y no soportas bien las críticas, este no es tu sitio. Es nuestra responsabilidad como mentores ayudarte a potenciar aquello que funciona de tu idea y desmontar aquello que no».

En el perfil del mentor tiene mucho peso el valor personal, porque la riqueza profesional es algo indiscutible. Todos los mentores de Andalucía Open Future acumulan años de experiencia en una o diversas materias y todos tienen una desarrollada visión global y multidisciplinar. Pero la humildad es algo muy importante en opinión de Inma: «Saber que si tú llevaras ese proyecto quizá harías las cosas de otra manera, pero entender que cada uno tiene su camino y tú debes guiarlos en el suyo». 

Los emprendedores, protagonistas de la aceleración

Carol Marín es la CEO de Zityfy, una de las empresas aceleradas en El Cubo. Su solución se basa en un concepto de economía colaborativa que pone en contacto a conductores y pasajeros que comparten trayectos en la ciudad. 

Su paso por el espacio de aceleración les ayudó a encontrar la necesidad de mercado que ahora cubren. «Lo primero que hacen los mentores aquí es bajarte a la tierra. Están aquí para enseñarte, para ayudarte a crecer como persona y para colaborar para que tu proyecto crezca y que cuando salgas de aquí tengas una empresa viable en el mercado». Un esfuerzo que, con creces, da sus frutos.

«Aquí cada día es distinto, impredecible. Se hace mucha familia y aprendes mucho gracias al ecosistema de colaboración que se crea dentro de El Cubo. Las startups y los mentores intercambian mucha información y nos vamos ayudando entre nosotros». Se trata de la semilla que El Cubo y Andalucía Open Future en su conjunto tratan de promover: trabajar en equipo, sumar juntos.

 

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