Todos hemos escuchado o leído la frase de ‘información es poder’ y no es un asunto baladí. La información nos da la capacidad para escoger, saber reaccionar y adecuarnos a cada momento.
Bernard Marr explicaba en Forbes que la inteligencia artificial y el big data llevarán a una mega-personalización sin precedentes. Las empresas ahora tienen información sobre el comportamiento de sus clientes, su historial social y datos de navegación.
La integración digital de la información desde diferentes fuentes y localizaciones nos permite llevar a cabo negocios en un ciclo continuo. El acceso en tiempo real al flujo de información entre los mundos físicos y digitales es lo que viene marcando la Industria 4.0. La automatización de procesos a través de la robótica para la búsqueda de la eficiencia en los procesos mediante chequeos de seguridad, análisis de datos, evaluaciones de riesgo, agregando interfaces conversacionales, blockchain, nanotecnología o IoT, nos permiten recoger y procesar una infinita cantidad de datos para analizar y saber qué opciones escoger para cada situación.
El flujo de información y acciones entre los mundos físicos y digitales:
- Del mundo físico al digital. Se captura la información del mundo físico y se crea un registro digital de la misma.
- De digital a digital. En este paso, la información se comparte y se interpreta utilizando analítica avanzada, análisis de escenarios e inteligencia artificial para descubrir información relevante.
- Del mundo digital al físico. Se aplican algoritmos para traducir las decisiones del mundo digital a datos efectivos, estimulando acciones y cambios en el mundo físico.
Esta cuarta revolución industrial no solo afectará a los procesos de fabricación, su alcance es mucho más amplio, afectando a todas las industrias y sectores, de manera transversal, incluyendo a la misma sociedad. Se pueden mejorar las operaciones en los negocios y el crecimiento de los mismos, aumentando la capa de sostenibilidad que tanto necesitamos hoy en día. Probablemente, también cambiemos la forma en la que hacemos las cosas e interactuamos como clientes, así como las experiencias a la hora de relacionarnos con las empresas. Además de generar nuevos puestos de trabajo que requieran nuevas capacidades y roles para abastecer de trabajadores a esta nueva industria.
Las tecnologías relacionadas con la Industria 4.0 también pueden generar nuevos productos y servicios. El uso de sensores y dispositivos portátiles, el análisis y la robótica, entre otros, permitirán mejoras en los productos actuales de muchas maneras, desde la creación de prototipos y pruebas hasta la incorporación de conectividad a productos previamente desconectados.
Para cualquier startup la rapidez en la toma de decisión es fundamental, por lo que toda la información que pueda recibir y analizar será una parte importante a la hora de marcar su estrategia para adecuarse a la situación o incluso llegar a anticiparse a la misma.
Iñaki Montoya, CEO de CTrading y mentor en La Farola | Andalucía Open Future
