La estrategia de negocio de una startup empieza por identificar una necesidad que hasta ahora no ha sido cubierta en el mercado. A veces, incluso una necesidad que los usuarios desconocen tener. Sin embargo, ¿cómo podemos identificarla? Nos lo cuenta Miguel Macías, experto y mentor en Estrategia y Desarrollo de Negocio en El Cubo.
«Es preciso analizar los cambios tanto presentes como potenciales para poder detectar oportunidades y tendencias. Así como concretarlas en un grupo de personas con una necesidad presente, real, tangible y sobretodo, no resuelta por la competencia actual».
Miguel Macías, que trabaja día a día con las empresas en El Cubo, conoce la importancia que tiene la estrategia de negocio para el correcto desarrollo y la evolución de los equipos. «Una startup es un experimento con el que intentamos descubrir y validar si una idea puede ser un modelo de negocio. Ese es el objetivo de la estrategia». Trabajar con un mindset de experimentación es fundamental, se trata de un proceso por el que se eligen las acciones que vayan a tener el mayor impacto, al menor coste posible. Nos cuenta el mentor que esta forma ágil de trabajar permite validar a tiempo el resultado de la estrategia. Esto es imprescindible para minimizar riesgos.
Cuando le preguntamos a este experto en Estrategia de desarrollo de negocios qué consejos les da una y otra vez a las startups con las que trabaja, nos habla de la importancia de respetar el orden de los pasos que hay que seguir para poner en marcha este plan.
Para enfocar nuestra estrategia de negocios es esencial ponerla a prueba de venta: «Que alguien te pague por el valor que le entregas».
Lo primero es saber qué está pasando, empaparnos bien del entorno, detectar tendencias y monitorizar nuestra competencia. «Posteriormente hay que concretarlo en términos de oportunidad en un grupo de personas. Es importante que no se preocupen por renunciar en fases tempranas a una parte del mercado».
Lo más importante, destaca Miguel Macías, es poder resolver un problema real y localizado en un grupo concreto de personas, aunque este sea reducido. Y por último, para terminar de poner en marcha la estrategia y terminar de validar el modelo de negocio, hay que vender. «Que alguien te pague por el valor que le entregas».
La estrategia de negocio, hoja de ruta de la innovación
La innovación y, sobre todo, la innovación de base tecnológica, es la llave que abre de par en par las puertas del futuro. Está profundamente inscrita en el ADN de todos los actores que forman parte del ecosistema de Andalucía Open Future, pero especialmente en las startups, piezas esenciales en el puzle del futuro.
«Innovar implica explorar, incubar y explotar. En ese orden, necesariamente», afirma Miguel. Tres peldaños imprescindibles por los que hay que ascender para llegar a nuestros objetivos y en los que es esencial dedicar recursos y medir constantemente acciones y resultados. Pero innovar también es una actitud. Una forma de cultura que debe impregnar a cada miembro del equipo. Es un trabajo de desarrollo de habilidades y competencias personales que empoderen a las personas para estar familiarizados con el cambio y la adaptación permanentes, con la experimentación ágil.
«Entiendo la estrategia de negocio como la búsqueda de un modelo de negocio deseable, factible, viable y sostenible».
El camino para innovar
Este experto en innovación y negocio es, además, autor del libro El camino para innovar, que él mismo define como «un manual de consulta, una guía donde detallo el método EDV, explico paso a paso las decisiones a las que se enfrenta todo emprendedor y me apoyo en casos reales, tangibles y cercano». Y no solo aplica herramientas habituales y usadas en metodologías con Design Thinking o Lean Startup, sino que también se lanza con recursos que él mismo ha ideado.
Miguel Macías es un aliado de gran importancia en el proceso de aceleración que experimentan nuestras empresas en El Cubo. Las acompaña por un camino, el innovador, que tiene en el uso de metodología como el Design Thinking un gran apoyo, especialmente teniendo en cuenta el complejo comportamiento de los consumidores actuales y la velocidad, la cantidad y el impacto que tiene hoy el cambio. «Design Thinking es una metodología que cualquier estrategia empresarial debería adoptar, ya que nos permite resolver problemas complejos poniendo en el centro de todo el proceso a las personas implicadas en el mismo».
