Hace pocas semanas se celebraron los Premios AJE Granada y Mindset Neuroeducación fue galardonada con el Premio Accésit de Emprendimiento Social. La startup comenzó su periodo de aceleración en La Farola el pasado mes de diciembre y desde entonces no ha parado de crecer y generar noticias.
Joan Paul Pozuelos, CEO de Mindset, nos ha hablado del proyecto en profundidad en esta entrevista, de la pasión del equipo por la ciencia y por lo que hacen sus miembros cada día, y de la importancia del desarrollo neurocognitivo en el crecimiento de los niños. Su objetivo es hacer que el fruto de sus investigaciones se transforme en programas de formación y herramientas educativas para facilitar el correcto desarrollo infantil a nivel cognitivo, social y emocional.
Como decimos habitualmente, es mucho mejor que nos lo cuente el propio Joan Paul a través de sus respuestas.
Os conocisteis como investigadores de la Universidad. ¿Cómo se os ocurrió la idea de dar el salto del laboratorio a los hogares y las aulas?
Cuando nos conocimos durante el doctorado nos dimos cuenta que nos unía la pasión por la ciencia y que compartíamos la motivación de aportar con nuestro trabajo, de una forma o de otra, a la mejora de la humanidad y el desarrollo de los niños. En la medida que nuestras investigaciones del desarrollo neurocognitivo de los niños iban avanzando, nos dábamos cuenta de la importancia de llevar todo ese conocimiento a las aulas y a los hogares, los entornos más cercanos y que más influyen el desarrollo infantil durante los primeros años de vida.
Al mismo tiempo nos dimos cuenta del vacío que había en la transferencia de la investigación a la sociedad. Era como si hubiese una desconexión en el puente que conecta a los científicos que generan el conocimiento y la comunidad (padres, educadores, políticos), que son quienes lo ponen en práctica. Además, veíamos un problema muy delicado: ese vacío se estaba llenando con una gran cantidad de teorías y métodos que no tienen ningún respaldo científico y que muchas veces son promovidos por personas que, aun cuando su motivación es positiva, no tienen la formación para hacerlo.
Por eso decidimos lanzarnos al agua y trabajar para conectar ese puente y llevar a escuelas y hogares el conocimiento del desarrollo infantil y cómo potenciarlo de la mano de la ciencia.
¿A qué se dedica Mindset?
Mindset Neuroeducación es una spin-off de la Universidad de Granada que transforma el conocimiento que se deriva de la investigación en neurociencia y psicología en programas de formación y en herramientas educativas para que padres y educadores adquieran habilidades para promover el máximo potencial de desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños.
Además de la formación para padres y educadores, ofrecemos un programa de entrenamiento de las funciones ejecutivas basado en ejercicios de ordenador y mindfulness. Las funciones ejecutivas son las habilidades mentales que están a la base del aprendizaje, el autocontrol y el razonamiento. Este programa ha sido diseñado para ser implementado en los centros educativos y ha mostrado ser de beneficio no solo para potenciar aspectos como la memoria o el control de los impulsos, sino también para potenciar el desarrollo de las redes neuronales que están a la base de esas habilidades.
¿Cómo puede ayudar la investigación en neurociencia del desarrollo a la crianza y el aprendizaje de los más pequeños?
¡De muchas formas! Y lo más importante desde nuestro punto de vista, que el aporte no se basa solo en ideas u opiniones, sino que en información sustentada por resultados empíricos.
Durante las últimas décadas, los neurocientíficos que estudian el desarrollo de los niños han venido mostrando cómo el desarrollo del cerebro se ve influenciado por diversos aspectos del ambiente en el que crecen los niños, incluso desde el periodo de gestación. Esta influencia es especialmente importante durante los primeros 6 años de vida. Así mismo, han dedicado mucho trabajo en observar, medir y evaluar qué aspectos de la educación y de los estilos de crianza de los padres influyen en el desarrollo mental y del cerebro de los niños. De esta manera se ha podido detectar y describir qué aspectos son los que más influyen en el desarrollo infantil para bien y para mal.
De esas investigaciones, se han sacado conclusiones que aportan claves muy importantes y sobre todo muy fáciles de implementar para promover el desarrollo de las habilidades que promueven el aprendizaje, las habilidades sociales, la regulación emocional, la creatividad o la capacidad de tomar decisiones acertadas y resolver problemas.
En otras palabras, la ciencia tiene muchísimo que aportar para que padres y educadores, y poco a poco también la sociedad, transformemos las interacciones del día a día en oportunidades para potenciar el desarrollo de las habilidades que facilitarán que los niños tengan un desarrollo sano física, mental y emocionalmente.
¿Qué papel juega el aprendizaje de las emociones en el desarrollo de los niños?
Para poder regular o controlar algo, primero tienes que conocerlo ¿verdad? Lo mismo pasa con las emociones. El mundo en el que nacen los niños hoy en día es un mundo cargado de distracción: tabletas, móviles, ordenadores, juguetes, videojuegos… los niños viven tan ocupados como los adultos, no tienen tiempo de conocerse, de escuchar su propio cuerpo, de entender sus propias reacciones.
Los psicólogos nos referimos a esto como interocepción que es la capacidad de identificar e interpretar las señales del cuerpo que acompañan a las emociones. De la misma forma que el cuerpo envía señales al cerebro que son de gran importancia para la supervivencia como las asociadas al frío, al hambre o la sed, también envía señales cuando emerge una emoción. Por ejemplo, la ira se acompaña de sensaciones de calor, aumento del latido del corazón, sudoración, etc. Aprender a identificar esas señales es un prerrequisito para que el niño pueda controlarlas.
Estudios científicos que han seguido la vida de miles de niños por más de 30 años, han demostrado que los niños que tienen una mayor capacidad de regular sus emociones muestran un mejor rendimiento académico, un mejor ajuste a su entorno social y, durante la edad adulta, son los que muestran mayores índices de éxito en el plano profesional, afectivo y social comparados con aquellos niños que no saben controlar sus emociones.
¿Crees que tradicionalmente se ha prestado poca atención al aprendizaje emocional y social de los niños?
Sí. Durante muchas décadas la formación académica y el conocimiento intelectual han llevado la delantera. Esto se puede entender porque la educación y la crianza de los hijos siempre van de la mano del contexto socio-cultural de cada época. Tradicionalmente, la educación se enfocaba en preparar a niños y jóvenes para el mercado laboral que les esperaba, es decir, para ser buenos trabajadores en el sector industrial haciendo tareas rutinarias y repetitivas.
Nuestros tiempos son otros, la tecnología ha venido para quedarse y ha cambiado muchos de los conceptos que eran absolutos hace tan solo unos años: las interacciones sociales, la manera de trabajar en equipo, las relaciones emocionales, la forma de comunicarnos… y un largo etcétera. Las habilidades y competencias que un niño necesita para desarrollarse adecuadamente y adaptarse al mundo de hoy son muy diferentes y saber manejar las emociones es un pilar fundamental para la vida que les espera.
¿Qué aprenden los padres en los talleres de la Escuela de Padres Mindset?
Primero que todo, los padres aprenden acerca del estudio científico del cerebro en desarrollo. Nuestra bandera es la ciencia y creemos que para que los padres entiendan cómo estimular el desarrollo del cerebro de los niños, deben entender cómo es que la ciencia estudia y extrae conclusiones. De esta forma también queremos asegurarnos que los padres desarrollen un sentido crítico a la hora de juzgar la veracidad y utilidad de toda la información que se publica acerca del desarrollo infantil.
Además, padres y madres aprenden algunas claves acerca del desarrollo del cerebro de los niños que son fundamentales para entender su desarrollo mental, social y emocional y cómo potenciarlo. Entre otras muchas cosas aprenden a:
- Manejar las rabietas.
- Promover el autocontrol.
- Entender el desarrollo social y estimular la empatía.
- Trabajar las emociones como padres para ayudar a los niños a manejar las suyas.
- Usar la técnica de mindfulness en su propia vida y enseñarla a los niños.
- Estimular las habilidades que hacen posible el aprendizaje: memoria, flexibilidad mental y atención.
- Estilos de crianza que eficaces para promover un desarrollo mental y emocionalmente sano.
- Habilidades esenciales para la crianza y educación de los niños.
Desarrolláis juegos de ordenador que sirven para entrenar las habilidades cognitivas y emocionales. ¿Qué pueden aprender los niños a través del juego?
Bueno en realidad nuestras actividades de entrenamiento cognitivo no son un juego y, si bien están diseñadas para ser atractivas para los niños, su objetivo no es entretener, su objetivo es entrenar una determinada habilidad. Las funciones ejecutivas, esas habilidades que hacen posible que un niño aprenda, razone, solucione problemas, preste atención y se relacione adecuadamente, se componen de cuatro procesos mentales fundamentales: la memoria de trabajo, la atención, el autocontrol y la flexibilidad cognitiva.
Los primeros años de vida son de tal importancia para la vida que nos comprometemos a aportar las mejores herramientas para impulsar todo el potencial de desarrollo de los niños»
Con las actividades de entrenamiento buscamos que los niños activen esos procesos mentales una y otra vez. De acuerdo con nuestros estudios, este constante ejercicio produce cambios en la actividad de las redes neurales que apoyan estos procesos, y las hacen más eficientes. De esta forma, al fortalecer las funciones ejecutivas, estamos fortaleciendo del desarrollo de las habilidades que cualquier niño necesita para hacer frente a las demandas intelectuales y socioemocionales de su entorno.
Os definís como «científicos de corazón». ¿Qué valores defendéis desde Mindset Neuroeducación?
Primero que todo, la rigurosidad. No podemos alejarnos de nuestra esencia: la ciencia. Es por eso que nuestro sello de garantía de calidad más importante es que nuestros productos, servicios de formación y el conocimiento que ofrecemos a educadores y a padres están 100% basados en los resultados de investigaciones científicas de calidad.
También defendemos que la información que transmitimos sea clara y útil. Muchas veces el discurso del conocimiento científico se aleja de la realidad de las familias o de las aulas de clase. En Mindset damos a padres y a educadores herramientas fáciles de usar y sobre todo de gran utilidad para su día a día.
Por último, nuestro compromiso con el desarrollo infantil. Los primeros años de vida son de tal importancia para la vida que nos comprometemos a aportar las mejores herramientas para impulsar todo el potencial de desarrollo de los niños.
¿Qué os está aportando la experiencia Andalucía Open Future?
Conocimiento, herramientas, estrategias, bases sólidas, networking, aprendizaje… ¡mucho aprendizaje!
Como ya lo he dicho antes, somos científicos de corazón y del mundo empresarial entendemos muy poco. Por esto ser parte de Andalucía Open Future es una oportunidad invaluable, una oportunidad que deseamos tengan todas las empresas no solo en Andalucía sino en toda España.
Comenzar a dar los primeros pasos de la mano de expertos en el campo empresarial significa para nosotros construir pilares sólidos para nuestra empresa. Todo lo que ahora estamos trabajando quizás lo hubiéramos podido hacer solos, pero con muchísima más inversión de tiempo, dinero y seguramente tras cometer muchos, muchos errores. Esto puede hacer la diferencia entre una empresa que sale adelante y otra que termina cerrando con el tiempo.
¿Cómo ha sido la evolución del proyecto a lo largo de estos meses en AOF?
Cuando comenzamos en AOF teníamos ideas muy claras y lo que a nuestros ojos era un proyecto ya sólido, un buque listo para navegar. Gracias al feedback de los mentores nos hemos dado cuenta de los pequeños agujeros que tenía la estructura. Hemos aprendido muchísimo de comunicación corporativa, aspectos legales, métricas, manejo de redes sociales, desarrollo de producto, marketing y muchas más cosas.
Vemos que el proyecto ha ganado en solidez, en estructura y en organización. Gracias al trabajo conjunto con los mentores, nuestro equipo se ha consolidado. Estos meses hemos trabajado muy duro en reestructurar la comunicación corporativa, lo que ha derivado en una mejora sustancial de nuestra página web (que aún está en proceso cambio). También tenemos ahora una estrategia mucho más clara para dar los próximos pasos y continuar creciendo.
¿Dónde quiere estar Mindset en unos años?
¡Muy lejos! Queremos ser un referente de la formación en neuroeducación para docentes, psicopedagogos, psicólogos y todos los profesionales comprometidos con el desarrollo infantil. Queremos tener actividad tanto en España como en toda América Latina. Además, queremos que nuestro programa de entrenamiento cognitivo y de mindfulness llegue a los colegios, hogares y que trascienda fronteras de manera que podamos aportar al desarrollo neurocognitivo de los niños fortaleciendo la base del aprendizaje y el desarrollo social y emocional.
Vamos… que queremos aportar un granito de arena para ayudar a cambiar el mundo.
