Reflexiones tras montar una gran familia en El Cubo después de 4 años de vida: la fórmula detrás de nuestro hashtag #SomosAOF

Confieso que empezamos solo con un espacio maravilloso, en un edificio singular, y sin manual de instrucciones. Lo más terminado que teníamos entonces era un vídeo de presentación, que era una joya y que, locutado en inglés, vendía lo que íbamos a hacer antes incluso de poderlo imaginar (“this is the place, the time is now, ¡welcome to the Cube!”).

Confieso que igual de valientes fuimos nosotros para afrontar la gestión del espacio como los emprendedores pioneros y esos mentores que se sumaron al carro con un convencimiento visionario. Los primeros todavía nos recuerdan cuando nos ven lo mucho que aprendieron con nosotros, lo que nos hicieron sudar, lo mucho que nos pusieron a pruebas…, los segundos, fueron-son-y serán generosos y aún nos acompañan como viejos rockeros en este Festival donde la música nunca para ¡y ya van cuatro años!

Confieso que hemos conocido a mucha gente en este tiempo, políticos, empresarios, gestores, profesores, investigadores, muchísimos emprendedores y también algún que otro oportunista que, subido en la ola del emprendimiento, ha querido sacar tajada de nuestra voluntariedad e inexperiencia, de nuestros patronos y red de contactos.

Pero con gran orgullo, y reflexionando en voz alta, somos capaces de afirmar que el éxito de El Cubo radica en tres aspectos fundamentales:

-El primero fue pensar, antes de actuar, y para ello hacer un diagnóstico de dónde queríamos ubicar nuestra propuesta de valor y el hueco/oportunidad que podíamos cubrir en el ecosistema local, nuestro mantra “íbamos a ser buenos en facilitar el market fit”.

-El segundo, la incansable búsqueda de la perfección en la ejecución de un programa de aceleración para startups por parte de sus gestores; haber entendido desde el principio que había que probar cosas distintas y validar las que funcionaban, descartando las ideas que no gustaban o no sumaban para alcanzar el objetivo final.

-Y el tercero, y más importante, es que nunca hemos dejado de atender a los emprendedores del ecosistema, habiendo entendido que si nos dedicábamos solo a los acelerados en nuestro espacio cometíamos el error de dejar de lado a los que aspiran a entrar y están deseando conocer los pasos lógicos a dar para ocupar una de nuestras sillas.

 

Felicitacion Nacho

 

Confieso que día tras día nos hemos ganado el respeto y nuestro sitio en el panorama emprendedor sevillano, hemos capeado el temporal y hemos enseñado que haciendo las cosas con sentido común y con un plan, convences, y, si lo trabajas, la cosecha da sus frutos.

Confieso que, a la vez que se llenaba el muro de la entrada de más firmas de personalidades, y que más equipos pasaban por el programa, menos vértigo nos ha dado afrontar los retos de emprendedores más exigentes e hitos a conseguir más ambiciosos. Siempre sin engañar y generando solo las expectativas que podíamos cumplir

Confieso que hemos conocido a gente maravillosa y que eso ha reforzado nuestra vocación de servicio, ha afinado nuestra capacidad de ayuda y de accionar equipos en pro de sus objetivos de negocio.

Si tras tantas horas encerrados en el sótano menos 2 del antiguo pabellón de Francia de la Expo’92, aún nos queda energía e ilusión, es porque tenemos la obligación de seguir dejando huella en las personas que nos visitan y optan por elegirnos como la aceleradora que les transforme en su deriva emprendedora.

Confieso que cada uno pone lo mejor de su casa, de su educación, de su cartera de contactos, de sus conocimientos profesionales y eso es muy contagioso, por tanto no es de extrañar que El Cubo sea descrito como un lugar que te transforma la vida.

Al postularme para dirigir este espacio hace 4 años pensé en los éxitos que se podrían conseguir con la ayuda de los partners de la iniciativa, pero nunca pensé en las personas que iba a conocer y en la gran bondad que reporta la humildad y el trabajar desinteresadamente para que las startups que tutelas avancen a ritmo firme y constante.

Confieso que esto engancha y que espero dure otros 4 años más. Cuanto más sintamos el “#SomosAOF” más orgullosos estaremos del ecosistema que seguimos creando todos los días.

 

Nacho Morales
Director espacio de crowdworking El Cubo. AOF

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