El hub de aceleración es un lugar, físico o virtual, donde los emprendedores maduran sus proyectos. Se quedan hasta alcanzar un buen nivel de desarrollo, pudiendo alcanzar nuevas metas como encontrar financiación o participar en programas más avanzados para lanzar su negocio. Es un espacio-trampolín desde el que “dar el salto”.
Estas son las cinco características más importantes del hub, y las que no deberías perder detalle para sacarle todo el jugo:
1. Foco de atención:
Un hub es el centro de las miradas en el ecosistema emprendedor, es donde “se cuece la magia”, donde están las personas que cambian el mundo. Sin duda pertenecer a un movimiento de estas características repercute en la visibilidad de tu proyecto y aumenta tus probabilidades a la hora de captar inversión.
2. La flexibilidad:
El hub de aceleración te permite conectar con miles de emprendedores en un entorno virtual. Al mismo tiempo puedes sacar sacar el máximo partido a las fortalezas del ecosistema local de emprendimiento.
3. Movimiento constante:
Formar parte de un hub de aceleración supone participar en eventos locales e internacionales, asistir a formaciones y master classes, compartir tus experiencias con otros emprendedores y aprovecharse de las ventajas de entornos colaborativos globales.
4. Acompañamiento:
En los hubs de aceleración puedes interactuar con equipos destacados, según las necesidades y la orientación de cada centro. Brindan la oportunidad de trabajar con expertos en programas de maduración y aceleración de startups. Ellos asesoran y ayudan en la implementación de las técnicas de innovación.
5. Acercarse a las metas:
Finalmente, dentro de este ecosistema, tu reto es alcanzar los objetivos que marcan los programas de emprendimiento. Y eso, al mismo tiempo que das los pasos necesarios hasta convertir tu idea en un proyecto viable.
Desde un hub de aceleración, tus metas empresariales están un poquito más cerca.