Estos días pasados que tuvimos de vacaciones/desconexión nos han debido permitir generar espacios de reflexión tan necesarios para los emprendedores. Nuestro ritmo de trabajo desenfrenado, el entorno VUCA, las tensiones con el equipo humano de la startup, la búsqueda de financiación, la optimización del circulante o la búsqueda de clientes no nos permite muchas veces ver la realidad del bosque.
La razón de ser de este articulo es profundizar sobre la necesidad de buscar espacios para reflexionar, tener claro sobre qué debemos recapacitar y cómo poder trazar un plan de acción que nos lleve a poder activar palancas de crecimiento en la compañía.
Qué le preguntarías a tu agenda
(…) ¿Qué balance cabe hacer del análisis de mi agenda horaria? ¿Cuáles son los valores que se atisban en ella? ¿Qué dice de mi carácter para resolver los conflictos planteados? ¿Cuáles son los criterios preferentes de decisión? ¿Y de mis contradicciones e inconsistencias? (Mi agenda y yo. Repensando nuestra relación con el tiempo. Santiago Álvarez de Mon).
Y ahora pongámonos delante del espejo y hagámonos preguntas en voz alta:
- ¿Qué lecciones he aprendido este año? ¿Qué lecciones ha aprendido el equipo este año?
- ¿Cómo aprendí esas lecciones? ¿Cómo aprende nuestra startup?
- ¿Algunos de los aprendizajes vino como resultado de algún fracaso?
- ¿Cuáles son los planes de aprendizaje para el próximo año?
Plan de acción
Ya tenemos claro qué hemos aprendido, cómo lo hemos hecho e incluso cómo aprendemos del fracaso, ahora toca aterrizar todos esos pensamientos y reflexionar cómo los vamos a llevar a cabo. Nuestro consejo es coger una hoja en blanco y pintar una matriz de priorización:
- ¿Qué es urgente corregir?
- ¿Qué es prioritario?
- ¿Qué decisiones puedo posponer sin que se vea afectado el negocio?
- ¿Qué puedo accionar?
- ¿Dónde necesito ayuda del resto del equipo?
- ¿Qué acciones nuevas debo llevar a cabo?
- ¿Qué acciones debo de dejar de hacer?
Desgraciadamente en las startups no podemos bajar el ritmo de trabajo, visionar el VAR, analizar la jugada y seguir como si no hubiese pasado nada. Nosotros somos más de la máxima de Silicon Valley «fallar rápido, fallar a menudo, fallar hacia adelante», pero sin olvidar reflexionar sobre qué hemos aprendido y cómo vamos a llevar al negocio ese aprendizaje.
Una última recomendación sería entrenar el «pensamiento del caminante»: aquel que se entretiene en los detalles, que le permite profundizar y encontrar pistas a la resolución de problemas que de otro modo pasarían inadvertidos.
Para lo anterior te recomendamos los «paseos peripatéticos» que provienen de la antigua Grecia. La escuela peripatética tenía un amplio jardín donde los alumnos paseaban reflexionando con su maestro sobre la vida. Ponte unos zapatos cómodos, entrena el pensamiento, no pierdas de vista los detalles importantes y ten presente siempre el negocio y los clientes.
Nunca pierdas las ganas de aprender, reflexionar, mejorar, impulsar a las personas y el negocio, ese quizás sea el mejor secreto del éxito.
«Ahora toca ejecutar y aprender al mismo tiempo, no dejar de pensar,de cuestionar, de innovar». Esquivar la mediocridad. Notas sobre management: complejidad, estrategia e innovación (Xavier Marcet).
Javier Pérez Caro
Mentor en Estrategia de ventas, marketing, smart agro