Hemos tenido la gran suerte de contar esta semana con Pablo Merino Moro en sesiones de mentorización en El Cubo y en un Open Day de La Farola hablándonos sobre ‘La importancia de la propiedad intelectual en el negocio’, una ponencia muy interesante de la que los asistentes se llevaron conocimientos muy útiles. Pablo Merino forma parte de la dirección de Propiedad Intelectual, Industrial y Nuevas Tecnologías, dentro de los equipos jurídicos de Telefónica.
Aprovechamos para charlar con él para que nos dibujara la situación actual de las empresas en materia de propiedad intelectual. Lo que nos contó fue muy interesante. ¡No te lo pierdas!
¿Por qué hay que proteger la innovación?
Sobre todo en startups y en empresas pequeñas, la mayoría de las cosas que están generando son activos tecnológicos. Lógicamente hay una idea de negocio, que es la que tiene que tener éxito y evolucionar. Pero detrás de esa idea de negocio suele haber innovación tecnológica. El hecho de proteger esa innovación tecnológica lo que permite es buscar esa diferenciación y dar ese punto extra con respecto a lo que pueden estar haciendo otros.
La manera de poner coto a esa diferenciación tecnológica es a través de modelos de protección, que no solo son patentes: también podemos estar hablando de diseño (cuando hacemos el diseño de algún dispositivo o de alguna interfaz gráfica interesante). Y luego hay otros elementos de los que hablamos normalmente aquí con los emprendedores, como las marcas, los dominios, o incluso la protección de software, que a veces de una manera defensiva, para evitar copias, o para tener el software registrado cuando mantenemos relaciones con terceros, con otras empresas.
Es importante siempre tener nuestros activos intangibles controlados.
Una startup que empieza, ¿qué pasos tiene que dar en materia de propiedad intelectual?
Cuando te empiezas a constituir y empiezas a mostrarse al mundo, lo típico es que todo el mundo tenga su página web donde se da a conocer aunque todavía no tengas un producto enseñable. Todo el mundo tiene al principio su nombre y su dirección web.
El siguiente paso, cuando la empresas empieza a tener una mínima entidad, es tener una marca. Y, a veces, esas dos cosas las desligar mucho. La marca lo que te permite es diferenciar tus productos y servicios con respecto a lo que tienen otros. Una cosa es el nombre de la empresa y otra es cómo identifican en el mercado tus productos y servicios.
Hay muchas startups que esto no lo tienen en cuenta la diferenciación entre la empresa, el nombre de mi producto, y luego que tengo que ligar el nombre de mi producto, mi marca comercial a mi web.
Y luego está el desarrollo tecnológico. Cuando empiezas a desarrollar software, tecnologías, etc., antes de entrar en conversaciones con terceros o rondas de financiación, si estoy desarrollando tecnología potente, ver la manera de protegerla. Desde depósitos notariales para software hasta plantearnos hacer una patente si es ahí donde está nuestra diferenciación.
¿Cómo ves a los emprendedores en materia de propiedad intelectual y cuáles son sus principales carencias?
Ha mejorado mucho en los últimos años con el boom de las startups, se ve a gente super entusiasmada que cada día está más informada en todo, y en materia de propiedad intelectual también, cada vez lo tienen mucho más claro. El que tiene que registrar una patente ya tiene claro que lo tiene que hacer aunque pueda tener dudas sobre el procedimiento. Muchas veces tiran para atrás los costes porque se trata de un tema muy caro, entonces tienes que tener muy claro que te van a servir para algo.
Falta estrategia de qué hacemos con esa patente, o dónde registramos una marca. Tiene que ir muy ligado al negocio, pero no al negocio presente sino al futuro. Los plazos de la innovación o de la startup son más cortos que los plazos que te permiten hacer una patente o gestionar una marca. Tienes que combinarlo muy bien y tener siempre la vista puesta a medio plazo. En este punto es donde las startups están un poco más perdidas, pero con cierto asesoramiento puede hacerse bien..
¿Cuáles son los principales peligros de no proteger a tiempo nuestra innovación?
Que alguien se te adelante y tu idea, sobre a todo a nivel de tecnología, te la superen por otro lado. Es el principal problema porque, normalmente, las startups con base tecnológica, dentro de evolución y las diferentes etapas que tienen que ir pasando, si tu base es tecnológica, una de las primeras cosas que te van a demandar es que tengas tu tecnología protegida. Tienes que ir con tus deberes hechos con antelación.
Tienes que ver cuáles son tus clientes, pero también ver claro quiénes son tus inversores y, por tanto, lo que te van a pedir. Proteger ahí es importante.
Llego con una idea, ¿por dónde empiezo? ¿Cuáles son los primeros pasos?
Si dentro del negocio tengo una idea tecnológica y creo que se puede proteger de alguna manera, puede contactar, por supuesto, con nosotros dentro de Andalucía Open Future, para eso estamos aquí. Si se considera que merece, por estrategia y porque realmente hay una diferenciación tecnológica ese tipo de protección, aunque es más caro, recomendamos hacerlo delante de agentes de la propiedad intelectual industrial, de no ser que uno tenga ya tablas en registrar diseños, software, patentes…
Los primeros pasos siempre los puede dar uno por sí mismo, pero para hacer las cosas bien es mejor contar con asesoramiento.
¿Qué consejos les darías a los emprendedores para que no cometan estos primeros errores en materia de propiedad intelectual?
Informarse. En internet hay un montón de información, en las webs de los organismos públicos, en la Oficina Española de Patentes y Marcas, en la Oficina Europea, hay blogs… hay mucha información. Lo más importante es estar informado.
Cuando tengas dudas, puedes preguntar en Andalucía Open Future, o fuera, a los agentes, sabiendo que tiene un coste, lógicamente. También tienes que tener muy claro para qué sirve cada cosa porque los recursos son escasos y hay que racionalizarlos.
¿Qué te parece una iniciativa como Andalucía Open Future?
Estoy encantadísimo. Me encantan las propuestas que veo, en general son excelentes. Cuando salimos de la oficina a Open Future es otro mundo. Son increíbles las ganas que pone la gente cuando quiere emprender, la fuerza con la que llega el empuje, la decisión y que hacen las cosas que tienen que hacer. Buscan contactos, inversores, preguntan… Estoy encantadísimo.
Vemos cosas super interesantes, sorprendentes en muchos casos en el ámbito tecnológico. A veces parece que todo está inventado y no es cierto, y que te soluciona problemas de la vida real. Acabo de estar con unos cuantos y podría poner varios ejemplos de algunos que me han impresionado.
Gracias Pablo por tu apoyo y la ilusión que pones para ayudar a los equipos de AOF. Poder recurrir a profesionales de tu talla dentro de Telefónica es parte de la propuesta de valor de esta iniciativa!