Destino: Silicon Valley

¿Sueñan los startuperos con Silicon Valley? Emulando al título de la novela que inspiró Blade Runner, nos introducimos en la mente de un emprendedor con un proyecto innovador, cuyo sueño probable es aterrizar en la tierra de las oportunidades tecnológicas. Silicon Valley es la cuna del emprendimiento de los avances más conocidos en el mundo digital, tecnológico y en cualquier sector que se proponga innovar como principio fundamental y columna vertebral de su estrategia.

Como referencia máxima, Google o Facebook. Y esa forma de trabajo donde hay un ambiente inmejorable, donde la flexibilidad y la juventud impregnan cualquier rincón, entre futbolines y áreas de descanso. Pero para llegar a esta torre de Babel hace falta más que ganas de pasarlo bien. Mucho trabajo. Y ser muy consciente de la mentalidad del emprendedor que persiste y no tiene miedo al fracaso. Para llegar… y para quedarse.

La meca tecnológica te recibe con la idea de ser muy productivo, de aprovechar cada minuto. Es de gran ayuda estar rodeado de ese ambiente emprendedor, de mentes inquietas, de recursos, financiación, y de protagonistas tan gigantes que sirven como referencia, como inspiración. El networking y la agenda de contactos que nos permite generar Silicon Valley son los tesoros más preciados que da este entorno. Nadie debe faltar a una invitación a una buena barbacoa.

Allí no llama la atención que uno hable orgulloso de sus proyectos, de lo que hace. No queda mal venderse. No temen ser directos, contundentes. Buscar acuerdos, financiación. Hablar de las necesidades.

De hecho, la mayor parte del tiempo que uno pasa en Silicon Valley lo hace dialogando, representando el mejor papel de relaciones públicas para conocer al mejor talento o buscar inversor. El networking deja de ser una actividad concreta. Es, simplemente, una forma de hacer las cosas. Y si importante es hablar, también lo es tener tiempo y energías para escuchar activamente, para mostrar interés por quienes nos cuentan sus ideas, sus proyectos, sus intereses. Así nacen las sinergias relevantes. También acudiendo a todo tipo de eventos: charlas, reuniones, comidas. E insistir, perseguir, llamar.

Es cierto que no hace falta vivir en Palo Alto para tener éxito. Algunos de los que han llegado se han tenido que volver. Otros han crecido como la espuma. La mayoría continúan en la brecha, luchando cada día. trabajando como el que más, con ilusiones, con perspectivas. Para eso es obligatorio contar con los siguientes elementos:

  • Una idea que aspire a ser líder en el sector
  • Un equipo sólido lleno de talento
  • Un gran proyecto innovador que esté debidamente protegido
  • Un modelo de negocio escalable
  • Que la idea se esté ejecutando, tener algo para mostrar
  • Estar dispuesto y preparado

En Silicon Valley hay que saber vender. Por eso, en Andalucía Open Future insistimos tanto en la utilidad del elevator speech. El ritmo de conversaciones es tan constante, a veces frenético, que a nadie se le puede escapar saberse al dedillo su discurso, hacerlo con gracia, convencer, sintetizar lo más importante en ese pequeño rato que tenemos para intercambiar palabras, primero con unos, después con otros.

Nos vamos a cruzar continuamente con talento innovador que son posibles activos de nuestros proyectos.

No es oro todo lo que reluce

Pero Silicon Valley a veces también es burbuja inmobiliaria. También es elitismo, ganarse la posición con un esfuerzo que, en ocasiones, es descompensado. Pisos demasiado caros, puestos para desarrollar el trabajo casi prohibitivos. Es difícil desembarcar.

Por eso insistimos en la búsqueda y, sobre todo, la creación de nuevos espacios de trabajo al estilo del valle ─salvando las diferencias─, creyendo en el talento de nuestro país, de nuestra comunidad. Apostamos por el empredimiento nacido y desarrollado en nuestra tierra. Tenemos mucho que aprender, pero también disponemos de grandes oportunidades y de una capacidad de crecimiento que se evidencia si miramos el catálogo de startups que han pasado por Andalucía Open Future. Desde la humildad, pero desde el respeto que merecen los buenos emprendedores que cada año vemos tener éxito, existen pequeños Silicon Valleys en espacios emergentes en cada provincia andaluza.

Emprender es una alternativa posible y viable. Silicon Valley es la puerta grande de los emprendedores. Pero es solo una alternativa entre muchas otras.

 

Fotografía: Sasha

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