¿En qué consiste?
La escasez de agua es un desafío creciente que enfrenta la humanidad, y una de las principales causas de este problema es el despilfarro de agua en la agricultura. A medida que la población mundial continúa aumentando y la demanda de alimentos se incrementa, se ha vuelto imperativo abordar esta problemática de manera urgente. La agricultura es esencial para alimentar a la población global, pero su impacto en los recursos hídricos es innegable.
Uno de los principales problemas es la ineficiencia en el uso del agua en la agricultura. Muchos sistemas de riego utilizados en todo el mundo son anticuados y derrochan grandes cantidades de agua. El riego por inundación, por ejemplo, es un método común que puede resultar en una evaporación significativa y un uso excesivo de agua. La falta de tecnologías modernas y prácticas sostenibles de riego ha llevado a una gestión ineficiente de los recursos hídricos. Además, la agricultura intensiva a menudo se centra en cultivos que son altamente demandantes de agua, como el arroz y el maíz. Estos cultivos se cultivan en regiones donde el agua ya es escasa, lo que agrava la situación. La expansión de la agricultura en áreas vulnerables, como las regiones áridas o semiáridas, contribuye aún más a la presión sobre los recursos hídricos.
La contaminación del agua también es un problema importante en la agricultura. El uso excesivo de fertilizantes y pesticidas en la agricultura puede contaminar los cuerpos de agua y hacer que el agua sea insegura para el consumo humano y la vida acuática. La necesidad de riego adicional para lavar los químicos del suelo agrava aún más el consumo de agua.
La falta de regulación y políticas adecuadas en muchas regiones del mundo también ha contribuido al despilfarro de agua en la agricultura. La falta de incentivos para el uso sostenible del agua y la falta de tarifas adecuadas por el uso de recursos hídricos hacen que no se valore lo suficiente este recurso vital.
Para abordar esta problemática, es necesario tomar medidas a nivel local, nacional e internacional. Esto incluye la implementación de tecnologías de riego más eficientes, promoción de prácticas agrícolas sostenibles, educación sobre la gestión del agua en la agricultura y la formulación de políticas que fomenten el uso responsable del agua en este sector.
En resumen, la falta de agua que enfrentará la humanidad debido al despilfarro en la agricultura es una amenaza real y apremiante. Para garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental, debemos abordar la ineficiencia en el uso del agua en la agricultura y promover prácticas más responsables y sostenibles en la producción de alimentos. El agua es un recurso finito y esencial para la vida en la Tierra, y debemos cuidarla con diligencia para las generaciones futuras.
¿Cómo funciona?
Nuestro proyecto busca, combinando la Agricultura de Precisión (AP), la Inteligencia Artificial (IA) y el internet de las cosas (IoT), desarrollar un modelo para abaratar los costes de la aplicación de estas técnicas en el campo, para así ayudar a pequeños y medianos agricultores a poder beneficiarse de estas tecnologías de alta innovación.
La principal idea que persigue el proyecto es la de desarrollar una Inteligencia Artificial capaz de abaratar los costes de la Agricultura de Precisión, como en explotaciones agrícolas y campos de golf, entre otros. Para ello, empleamos sensores multiespectrales y térmicos, sensores edáficos y análisis vegetales/edáficos para recopilar datos sobre la salud vegetal y el estado en tiempo real de las plantas.
Para ello, después de recopilar los datos necesarios, preparamos y analizamos la información para entrenar un sistema de Redes Neuronales. Una vez establecida la efectividad de las correlaciones halladas en dichas explotaciones, pasamos a la automatización completa de estas tareas de análisis y recopilación de datos en vivo, además de la retirada de sensores, gracias a que el algoritmo dictamina cuáles son los esenciales para tener un “gemelo digital” del campo.
¿Quién forma parte del equipo?
- Máximo Bourdette Ibañez de Aldecoa – CEO
- Fernando del Águila Rodríguez – CTO
- Guillermo Franco Garrido – CFO